lunes, 14 de septiembre de 2009
show love♥
jueves, 10 de septiembre de 2009
C'est la vie.
lovely
Caminas con pies de vagabundo, por aquel sendero de color rojizo, arrastrando hojas, piedras, sueños, sueños rotos. Desojar esa margarita es la última opción que te queda, así sabrás si él te quiere, o juega contigo, con aquella pelirroja que tanto le gustaba en el pasado. Aquella a la que le olía el aliento a whisky y vestía con ropa chillona. Aquella que una vez te dijo que no le volverías a ver. Tienes miedo. Es una furcia. Arrancale la piel. No, no enfurezcas, no te rebajes tanto. Puta. Él, juega a dos bandas. Por el día necesita tu paz, tu calma, tu seguridad y espontaneidad. Tu sonrisa fiel, tus besos, tiernos, que le derriten. Por la noche necesita acción, fiesta, locura, drogas, mala gente le rodea. Se emborracha. Pasa una noche loca, y otra junto a aquella pelandrusca que le esta robando su amor. Tu pena te va robando tu cuerpo, él te esta matando, vomitos. Quieres gustarle. No pensaste que quizás eso, rompería aún más los esquemas de tu vida que un día algún dios decidió que fueran así. Rompes tu vida, tu amor, tu cuerpo, lagrimas de cristal caen por tus mejllas, aquellas mejillas que algún dia se sonrojaron cuando él quiso hacerte sentir mejor. Inconforme siempre con la naturaleza. Me quiere, no me quiere. "¿Por qué rendirse?" "¿Por qué ahora?" La vida es un vaivén de momentos, tristes, menos tristes, más felices, pasionales. Ahora no es el momento. Me quiere, no me quiere. Un día, él corrió a tu casa, loco, pidiendo ayuda, esquizofrénico, tu le acariciaste, le ayudaste, pero en un momento su corazón dejo de latir. Sufriste, sufriste tanto... Encuentras un papel que guardaba en uno de sus bolsillos de esos pantalones rotos que tanto te enloquecen. Está sucio y arrugado. Lo abres, letra nerviosa corre por el papel. Un poema. Y al final dos nombres. El tuyo, el suyo. Te quería.
lunes, 7 de septiembre de 2009
Dame un lápiz, te dibujaré mi universo.
Era una calle con muchas casas amarillas, verdes, de millones de cubos de colores, un lugar rebosante de alegría, con niños saltando, gritando, parejas besandose, haciendo el amor, mientras los pájaros entonan una canción, una canción que hace años los enamorados escuchaban en su casette. Y allí está él. Sentado. Es el contraste de la felicidad que allí se respira, a esa tristeza que inunda su cara. Ella tiene miedo de acercarse, no le conoce, y sus impresionantes ojos azules le intimidan. "¿Qué hago?"-Se pregunta ella continuamente. Le observa durante mucho rato, luchando contra las manecillas del reloj, sufriendo. Su tristeza la contagia. Si él cae, ella también cae. Extraña compatibilidad. Confidelidad. Amistad. Amor. Y finalmente ella se acerca, temerosa. Él levanta la mirada. La ve. Se miran. Y ya no hay vuelta atrás. Esta completamente e incondicionalmente enamorada. O bueno, quizás es un poquito exagerar, pero ¿sabes? Si él cae, ella también.
domingo, 6 de septiembre de 2009
♪
La niña de ojos grandes llora desconsoladamente, llora por aquel hombre con el que emprendrió el viaje del amor. Aquel que enviaba mensajes en botellas a piratas. Aquel que silbaba a las sirenas, y susurraba a los peces que la quería. Pero el se marchó, sin dejar ninguna huella del camino que decidió tomar. Lágrimas de cristal rompen conchas en la arena. Recuerda todos los besos salados que se daban bajo las estrellas, en mitad del mar. Recuerda cuando hacían el amor y oía la canción de los delfines. Recuerda. Se pregunta por qué. Dudas. Tristeza. Ternura. Amor.
Días después decidió que ella sola cogería un barco e iría a preguntarle a aquellos piratas q recibieron sus botellas, a aquellas sirenas que se ruborizaban cuando él las silbaba, y a los peces que eran cajas de secretos, por qué la había abandonado. Decidió que no podía vivir sin él.
Ella navegó, y navegó y todo aquello tan fantástico que había vivido con él regresó a su mente. Pensó en regresar a tierra, quizás la verdad, sería aún más dolorosa. Pero no! Ella es fuerte. Fue donde los piratas, pero no conocían a aquel viejo hombre del que ella les hablaba. Preguntó a las sirenas y no recordaban que ningún marinero las hubiera molestado. Y preguntó a los peces..y se dió cuenta de que eran ignorantes, ignoraban lo que aquel marinero viejo les susurraba. Tristemente, volvió a tierra. Bajó del barco, y decidió ir a dar un paseo por la playa. Y allí. Un mensaje en una botella. Lo abrió. Temblorosa. Dos palabras: "te quiero"
sábado, 5 de septiembre de 2009
alone..
Es una extraña sensación. Una poción de más de un millón de ingredientes. Mucho odio, 10 gramos de Impotencia. todo un baúl lleno de asco. mil gritos, peleas que nunca se arreglan, mil lágrimas, y una infinita tristeza. Tu presencia. Paso las horas, y las hojas de aquel libro echándote de menos, queriendo estar contigo, tomar un helado juntos. Pero el heladero no ha venido. Y tu tampoco estás aquí.